Nuestro cometido es actuar para un uso ético del agua
Al servicio de los industriales desde hace más de 15 años, aportamos nuestra experiencia en el tratamiento del
agua, para garantizar el rendimiento de las instalaciones optimizando su huella hídrica y
medioambiental.
Nuestro cometido, inscrito en nuestros estatutos, surgió en primer lugar de la constatación de que es urgente
reequilibrar los vínculos entre agua, industria y medio ambiente.
Reequilibrar los vínculos entre agua, industria y medio ambiente
Sin agua, no hay industria.
El agua es un recurso imprescindible para el desarrollo de nuestras actividades, ya sean domésticas, agrícolas o industriales.
Para calentar, enfriar o accionar, necesitamos agua. Y este recurso es cada vez más necesario para las industrias de cualquier sector: agroalimentación, automoción, aeronáutica, energía, etc.
Pero el agua es un recurso limitado por las leyes de conservación, y su propio ciclo.
Para evitar el despilfarro del agua en la industria, es preciso poder optimizar su uso
Nuestra experiencia en el tratamiento de las aguas industriales da respuesta a la incompatibilidad natural entre el agua y los metales de las instalaciones hidráulicas (circuitos cerrados de calor o frío, torre de refrigeración, caldera de vapor, geotermia, redes de calefacción urbana, etc.), que provoca un desperdicio de agua, energía y carbono, así como malos rendimientos.
El agua se debe tratar para evitar que sus incrustaciones de sarro, corrosión y cargas bacteriológicas desequilibren, ralenticen o deterioren los circuitos industriales.
Un agua no tratada es menos eficaz, es un agua desperdiciada, porque se necesita más para obtener el mismo resultado, y
consume más energía.
El uso ético del agua
Ante este reto industrial, los equipos de Odyssée Environnement ofrecen una eficiencia ética, que va en la dirección de una huella humana sobre el agua y el medio ambiente lo menor posible.
La hidroética consiste en reducir el consumo de los recursos hídricos y energéticos de su circuito industrial, sin comprometer el rendimiento. En una palabra, equivale a ahorrar, tanto para los industriales como para el planeta.